Las aulas se convierten en muchas ocasiones en el lugar ideal para la supervivencia de virus y bacterias. Si tu hijo sufre de catarros o gripes frecuentes, no supone algo extraño, pero nunca está de más poder evitarlo. ¿Sabes cómo? Aquí te mostramos algunos consejos muy útiles.
¿Es normal que los niños se enfermen frecuentemente?
Si crees que tu hijo enferma muy a menudo, no debes preocuparte. Es algo normal que los niños sufran de catarros o gripes alrededor de 8 veces durante el transcurso del año lectivo.
Los niños son una diana fácil para este tipo de virus y bacterias debido a que su sistema inmunológico no es tan fuerte como el de una persona adulta, y los salones de clases se convierten en el ambiente perfecto para que sobrevivan y se contagien de unas personas a otras. Normalmente estas enfermedades no requieren ningún tipo de tratamiento, exceptuando el descanso y la hidratación.
Sin embargo, siempre suponen una molestia tanto para el niño como para los padres. Como no podemos hacer nada por eliminarlos, la única alternativa que nos queda es tratar de prevenir el contagio.
Las enfermedades más comunes y la manera de evitarlos
- Gripe: Todo un clásico. ¿Qué niño no enferma al menos una vez al año de gripe? Los síntomas son claros: infección del tracto respiratorio, tos, obstrucción nasal y fiebre. Su época álgida suele coincidir con el comienzo del curso y la llegada del otoño. La forma de prevenirlo es la vacuna.
El virus de la gripe tiene una gran capacidad de mutación, lo que hace que las vacunas no sirven de un año hacia otro (a veces ni siquiera dentro del mismo año). No obstante, en el 83% de los casos es efectiva, así que es recomendable visitar a tu médico una vez al año si tu hijo supera los 6 meses de edad.
- Gastroenteritis: Muchos virus causan esta enfermedad – los norovirus, rotavirus, adenovirus, etc. La enfermedad es muy incómoda ya que causa diarrea, vómitos y fiebre. Su contagio es bastante fácil, bastando solo el contacto por piel o saliva con una persona infectada.
Para evitarlo es muy importante que la persona infectada se lave las manos a menudo, especialmente después de utilizar el baño. Para los que no la tienen, deben evitar compartir vasos, cubiertos o comida y lavarse las manos constantemente, especialmente a la hora de comer.
- Otitis: Se trata de una infección de oído bastante común en niños debido a que los fluidos entran más fácilmente en sus conductos auditivos. No hay mucho que puedas hacer para evitarlo, menos las vacunas para la gripe, que en muchos casos la evitan.
- Conjuntivitis: Se trata de una inflamación de una capa del ojo, que causa escozor, dolor y un aspecto rojizo. Las bacterias son más contagiosas que los virus en estos casos, y se contagia tocando el ojo con la mano infectada.
Por eso, la manera más eficaz de evitarlo es decirles a tus hijos que no se toquen los ojos sin haberse lavado las manos antes.
- Meningitis: Afortunadamente no se trata de las más comunes, pero hay que estar alerta. Esta enfermedad es grave ya que afecta al cerebro y la espina dorsal. Hay que poner vacunas a niños de 11-12 años y otra repetición sobre los 16 años para esta a salvo.