La fama del aloe vera o sábila ha ido creciendo exponencialmente en los últimos años y no es para menos. Es la reina de las plantas debido a sus múltiples beneficios para la salud, la belleza, la higiene y el cuidado corporal, y por su variedad de propiedades y aplicaciones. Hasta se puede ingerir!
Esta planta la podrías confundir con un cactus extraño o algún tipo de arbusto desértico si la encontraras en la naturaleza, pero no dejes que te pase desapercibida! Esas hojas duras esconden una sustancia maravillosa a la que le podemos (y debemos) sacar muchísimo provecho.
Aloe vera gel: propiedades
El principio activo tan mundialmente utilizado se extrae de las células secretoras de las hojas desecando su jugo, cuyo olor es muy fuerte y su sabor amargo y algo desagradable.
Las propiedades del gel aloe vera se las debemos a los distintos componentes químicos que lo conforman. Aquí te dejamos una lista para que los conozcas:
- Aloemodina, que regula la mucosa intestinal y su funcionamiento.
- La aloeoleína combate la acidez y ayuda a mejorar las úlceras duodenales y estomacales.
- Aloetina, que neutraliza el efecto de las toxinas microbianas.
- Aloína para aliviar el estreñimiento.
- Los aminoácidos intervienen en la formación de proteínas.
- Carricina: Refuerza el sistema inmune ayudando a las defensas.
- Creatinina: Componente fundamental en las reacciones de almacenaje y transmisión de la energía.
- La emolina, emodina y la barbaloína tienen un efecto analgésico y antifebril gracias a que generan ácido salicílico.
- Fosfato de manosa: que es un gran cicatrizante.
- Múltiples minerales como calcio, magnesio, fósforo, potasio, zinc y cobre.
- Mucílago, que genera una importante actividad emoliente sobre la piel.
- Las saponinas lo convierten en un buen antiséptico.
- Los fitosteroles tienen acción antiinflamatoria.
- Los mucopolisacáridos, que son los responsables de la hidratación celular.
- Diversas hormonas vegetales que estimulan el crecimiento celular y la cicatrización.
- Y enzimas que intervienen en la estimulación de las defensas de nuestro organismo.
¿Pero cómo podemos extraer nosotros todos estos compuestos químicos para poder aplicar sus propiedades? Todos estos compuestos se encuentran en la sustancia gelatinosa del interior de las hojas del aloe vera. De ellas podemos extraer dos productos distintos:
- El acíbar o látex, que es su zumo cuajado y se presenta como un sólido cristalino marrón muy amargo que resulta de cortar las hojas transversalmente para dejar fluir el líquido y mezclarlo con pulpa en un recipiente.
- El aloe vera gel, que se esconde en el centro de las hojas. Extrusionando su parte interna y eliminando la epidermis extraeremos de las hojas la valiosa pulpa, un gel brillante y también amargo, como el látex. Es importante retirar las epidermis porque el látex se oxida rápidamente y los constituyentes del aloe vera gel son muy frágiles ante la contaminación bacteriana. Siempre es necesario estabilizar el gel obtenido y preservarlo en un lugar fresco y seco.
Aplicaciones del aloe vera gel
Principalmente el aloe vera gel se emplea como bálsamo calmante, aplicándolo de forma externa en cortes, arañazos, raspaduras y quemaduras. Es muy frecuente y recomendable usarlo como crema para después de tomar el sol y para después de la depilación.
Pero no nos quedemos en lo básico. El aloe tiene usos medicinales, farmacéuticos, cosméticos e incluso alimentarios. Sus 20 minerales, 19 aminoácidos y 12 vitaminas convierten al aloe vera gel en un excelente suplemento nutricional completamente natural del que se han llegado a identificar ya más de 75 compuestos saludables.
Consumir aloe vera mientras tomamos antibióticos para sobrellevar una enfermedad ayuda mucho a nuestro cuerpo, pues eleva nuestras defensas fortalenciendo nuestro sistema inmunológico y nos sobreponemos antes a los virus. El aloe vera gel ingerido también nos ayuda a limpiar el tracto digestivo, manteniendo la flora intestinal a unos niveles normales y libres de bacterias y limpiando el colon de posibles toxinas. También oxigena la sangre y regula nuestra presión arterial, por lo que hasta nos puede ayudar a disminuir el colesterol.
En cuanto a las aplicaciones externas, son múltiples y muy eficaces:
- Ampollas: de qué mal humor nos ponemos cuando nuestro calzado nos provoca incómodas ampollas ¿verdad? Pues si aplicamos un poquito de aloe vera gel sobre nuestra piel irritada veremos cómo en unas horas ya empieza a curarse, ¡una maravilla!.
- Arañazos: frotando nuestros arañazos durante las primeras 24 horas sobre piel limpia aceleraremos mucho el proceso de curación.
- Doloes musculares: aplicar aloe vera gel sobre nuestras piernas cansadas o en los puntos críticos de la espalda calmará mucho nuestro dolor. El efecto será mayor cuanto más frío apliquemos el gel.
- Alergias cutáneas, picaduras de insectos y de ortigas: ¡el alivio será inmediato!
- Acné: si tras limpiarnos la piel aplicamos aloe vera gel dos veces al día durante varios meses acabaremos por contrarrestar la infección y fomentaremos la curación reduciendo la formación de cicatrices. Esto es debido a que el aloe vera gel, por ser hidratante, astringente y estimulante, hace revivir las células de la piel, provocando que la piel reseca se vuelva tersa e incluso que las arrugas se suavicen y reduzcan.