El vaginismo es una condición física en las mujeres, expertos definen al vaginismo como una disfunción sexual en la que los músculos perivaginales, es decir aquellos que contraen y relajan la vagina, son contraídos involuntariamente durante el coito.
Es posible recuperarse del vaginismo
El que una mujer padece vaginismo no significa que los genitales están mal, o deformes, eso es un mito. Las mujeres con vaginismo poseen la misma anatomía genital, que cualquier otra mujer sana, es solo que por problemas psicológicos u orgánicos la vagina se contrae previamente al coito impidiendo la penetración.
Mujeres con esta condición han sabido llevar una vida placentera, como ya sabrás, no es necesaria la penetración, para sentir un orgasmo, aunque siempre queremos el placer de nuestra pareja, e incluso el de nosotras también, y el tener esta condición es difícil para la mujer, primero en detectar, en definirla como un real problema y enfrentarlo como tal.
Hoy dia sexologos y psicologos están tratando mujeres con el mismo problema, y la mayoría logra superarlo. El vaginismo es una de las primeras causas de matrimonios no consumados.
Tipos de vaginismo según su aparición
Existen dos tipos de vaginismo según su aparición:
El vaginismo primario
El vaginismo primario que ocurre cuando una mujer nunca ha logrado la penetración durante las relaciones sexuales.
Este tipo es descubierto en edad adolescente o durante los primeros años de la adultez, ya que es la etapa en que se usan tampones, son activas sexualmente o empiezan a visitar al ginecólogo.
Una mujer puede tener vaginismo y no darse cuenta de que lo tiene hasta el momento en que intenta tener una penetración vaginal.
Probablemente puede pensar que la penetración debe de ser naturalmente sencilla o puede que lo ignore debido a su condición.
El vaginismo secundario
El vaginismo secundario ocurre cuando la mujer a tenido una actividad sexual con penetración pero luego despues de algun punto empiezan a sentirse incapaz de tener alguna penetracion.
Esto puede ser por causas físicas como infecciones vaginales, trauma durante un parto, secuelas tras cirugía ginecológica, entre otros. o por causas psicológicas.
El tratamiento para este tipo es el mismo que para el primario, sin embargo, en estos casos, el hecho de que previamente se haya podido lograr una penetración de forma satisfactoria es un factor que predispone a que la afección se pueda solucionar con mayor rapidez.
El vaginismo clasificado según la intensidad
El vaginismo según la intensidad se clasifica en:
- Vaginismo leve: es cuando la mujer afectada puede tener unas relaciones sexuales plenamente satisfactorias, a excepción de la penetración vaginal pero tienen la posibilidad de introducirse en ciertas condiciones, un dedo en la vagina. En ocasiones, es posible la penetración anal sin dificultad.
- Vaginismo moderado: pese a sentir placer durante el juego erótico, no es posible siquiera introducirse un dedo.
- Vaginismo grave: aquellos casos donde la incapacidad de ser penetrada, va unida a una situación de rechazo a todo lo relacionado con el sexo, rechazo que suele ir acompañado de complejas maniobras de evitación.
- Vaginismo muy grave: suele venir rodeado por una intensa sensación de miedo, cuando se prevé una posible relación sexual y además se suele asociar a un trastorno de excitabilidad y/o aversión sexual.
Las causas del vaginismo
En cuanto a las causas de esta condición están las Causas orgánicas, y para determinar alguna de estas causas la mujer deberá someterse a un examen ginecológico.
Las principales causas son:
- La existencia de alguna cicatriz en la entrada de la vagina como consecuencia de un parto traumático, un aborto, una violación, etc.
- Una insuficiencia hormonal originada por falta de estrógenos, como en la menopausia.
- Una infección, causada en la mayoría de sus veces por alguna enfermedad de transmisión sexual y que hace que la vagina se inflame hasta el punto de que el contacto sexual resulte imposible.
- El uso de desodorantes íntimos irritantes, el lavado de los genitales externos con agua y jabón, es el mejor tipo de higiene.
- Alergia al caucho del diafragma o del preservativo.
- Una manipulación brusca del clítoris durante los juegos preliminares.
- Una masturbación brusca con un vibrador.
- El uso continuado de prendas excesivamente ajustadas (tejanos, por ejemplo).
- La existencia de algún tumor.
También se han dado casos muy raros en los existe alguna anomalía congénita de la vagina que impide la penetración.
Causas psicológicas de la vaginitis
Luego de descartar las causas orgánicas, entonces debemos pensar en alguna causa psicológica, donde el temor es la principal causa que hace que la contracción muscular se adelante a la penetración.
Las principales causas son:
- El sentimiento de culpabilidad que algunas mujeres experimentan al sentir placer, sobre todo aquellas que fueron educadas por tabúes religiosos.
- El disgusto por el sexo, ya sea como consecuencia de la educación recibida o por alguna experiencia traumática, como un intento de violación o incesto.
- Los traumas infantiles de carácter sexual, son la causa más relevante del vaginismo. Estas niñas suelen construir un muro a su alrededor difícil de destruir, que les reportará importantes consecuencias afectivas y sexuales en el futuro. De hecho, suelen ser más importantes las consecuencias psíquicas del suceso, que éste en sí mismo.
- El mal manejo de la agresividad. La frustración que supone el fracaso reiterado de las primeras experiencias sexuales.
- La ignorancia de la anatomía, tanto propia como del compañero.
- El miedo inconsciente al dolor o a un posible embarazo.
- La creencia de ciertos mitos de la virginidad, como el de la ruptura del himen y la sangre, sin saber que en las primeras relaciones no tiene por qué haber ni sangre ni dolor.
Los síntomas de esta condición son por supuesto, una penetración vaginal difícil, dolorosa o imposible durante la relación sexual y dolor vaginal durante la relación sexual o un examen pélvico.
El tratamiento
El tratamiento del vaginismo consta principalmente de información, como en la mayoría de los problemas sexuales, la información sobre este tipo de temas es fundamental.
Es imprescindible que la mujer tome conciencia de que los genitales de ambos se adaptaran perfectamente por lo que es importante estar informada sobre el aparato genital de ambos, información que obtendrás en libros, también es importante la información gráfica de las zonas genitales, pues muchas mujeres han sido educadas de tal manera que desconocen su propia anatomía sexual.
Luego de la información gráfica, es preciso reconocer sus propios genitales en un espejo, y explorarse a sí misma.
Todas las mujeres tienen que saber que al estar excitada su vagina se lubrica, lo cual es una herramienta que logra la adaptación perfecta al tamaño del pene de su pareja; además, la vagina es un músculo que no tiene terminaciones nerviosas que puedan producir dolor.
La hipnosis como tratamiento
Existen diversos tratamientos practicados por los sexologos nombraremos únicamente los más utilizados está el método de la hipno-desensibilización que consiste en utilizar la hipnosis, pues esta comprobado que la relajación reduce la ansiedad.
Antes de su inicio, el médico hará un informe en el cual quedará reflejado todos los miedos que angustian a la mujer.
Posteriormente, y siempre bajo hipnosis, se le mostrarán a la mujer, de manera gradual, imágenes generadoras de ansiedad, según ésta las vaya aceptando. Únicamente cuando ella sea capaz de imaginar la penetración, estará preparada para ello.
Este tratamiento es el que ofrece mejores resultados para aquellos vaginismos causados por
miedos, fobias o sentimientos de culpabilidad.
Desensibilización mediante el tacto vaginal
Otro método es la desensibilización mediante el tacto vaginal también se realiza a través de hipnosis, aquí el médico aconseja a la mujer que introduzca un dilatador dentro de la vagina, el dilatador tendrá el tamaño y grosor de un dedo, y este debe estar lubricado, el especialista le enseñará cómo debe llevar a cabo el tacto vaginal, al mismo tiempo que le enseña a respirar, a relajar el abdomen, etc.
Todo esto, se realizará de forma paulatina, según el grado de aceptación de cada mujer, pues para que el éxito esté asegurado, el tacto vaginal nunca debe producir dolor.
Hasta que la mujer no sea capaz de introducirse un tampón y conservarlo durante un periodo de al menos 4 horas, o soporte que sea su compañero sexual el que sea el autor del tacto vaginal, no estará preparada para la penetración.
Luego de unos días este dilatador será sustituido por uno de mayor tamaño, y así sucesivamente hasta que la mujer logre introducirse un dilatador, siempre bien lubricado, del tamaño semejante al pene del hombre.
Durante y luego del tratamiento
Finalmente al llegar a este punto, se recomienda a la mujer que practique el coito con su pareja, procurando siempre una buena lubricación en la zona.
Es importante que durante algún tratamiento se cumpla la total ausencia de relaciones sexuales, pues cada tentativa negativa, induce a una mayor angustia, y por tanto, a la agravación del problema.
Por último un par de sugerencias:
- Es aconsejable que practiques contracciones vaginales y anales, se les llama pipí-stop, que harán que sientas un mayor dominio sobre tus genitales.
- La posición más recomendable si padeces algún tipo de vaginismo es la de Andrómaca, o mujer cabalgante, que es la posición que te permitirá controlar el grado de penetración.