El principio más importante de la vida es aprender cada día de ella, porque todo aquello que nos sucede diariamente son las lecciones de los años que debemos atesorar en nuestro haber, para ser mejores humanos cada día, para que al final de la ruta puedas mirar hacia atrás y ver lo mejor de ti.
¿Sabes cuales son las lecciones de los años?
En el transcurso de nuestro paso por la vida vamos conociendo cosas nuevas todos los días, cada vez que cometemos errores, cada vez que hacemos algo bien hecho.
Cada día al levantarnos aprendemos algo diferente no solo teóricamente como normalmente lo confundimos y aunque también sea un conocimiento lo que verdaderamente importa, es lo que aprendemos para el desarrollo de nuestra vida personal, todo aquello conocido como las lecciones de los años.
- Haz las paces con tu pasado para que no arruines tu presente, si continuas enfrascado en el, jamás verás lo que tienes enfrente.
- No tienes que ganar una discusión siempre, solo debes estar de acuerdo en NO estar de acuerdo.
- No compares jamás tu vida con la de los demás, nunca tienes idea de cómo es su camino.
- Todas aquellas cosas que te hicieron son las que verdaderamente te hacen adquirir más valor para seguir adelante y forjar tu carácter, aunque estas son las lecciones de los años, lo que solo se adquiere con experiencia.
- Cuando inicias un camino con un ideal para tu vida nunca se sabe que te vas a encontrar, pero pese a todo aquello que pueda obstruir tus pasos jamás aceptes un NO por respuesta.
- A lo largo de nuestra vida siempre buscamos quien nos haga felices, cuando en realidad el único artífice de tu felicidad, eres tú.
- Jamás, nunca dejes que lo que las otras personas piensen o crean de ti, te afecte, eso es algo que no te incumbe.
- Tus hijos solo tienen una niñez, así que es mejor estar presente allí que en otro lugar, cuando crezcan ello te habrán regalado las lecciones de los años.
- No importa cómo te estés sintiendo, siempre podrás pararte, respirar, calmarte, pensar y continuar.
- Aunque la vida no se presente con un gran moño, es el mejor regalo que podemos tener.
Las lecciones de los años solo las aprendemos con experiencia
A medida que pasa el tiempo, debemos hacer un alto en nuestro camino para analizar cuáles han sido nuestras experiencias vividas desde la más grata, hasta la más dolorosa, cuales son los efectos buenos y malos que estas situaciones han logrado enseñarnos.
Lo mejor de las lecciones de los años es ponerlas en práctica cada vez que las adquirimos. Lo verdaderamente importante es aprender de ellas para llevar una vida más saludable mentalmente y evitar volver a caer en esas situaciones que ya vivimos y de las cuales siempre por pequeña que fue aprendimos algo.
Donde sea que te encuentres y con las personas que hables, todas ellas tienen sus propias lecciones de vida.
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