La dislexia es cuando una persona presenta dificultad para escribir, leer y aprender, sin la existencia de algún tipo de problema sensorial, físico, motor de la persona.
¿Qué es la dislexia?
Es importante recalcar que la dislexia no es una enfermedad a pesar de que sea primero el pediatra quien generalmente diagnostique al niño, la dislexia es solo una circunstancia personal de un individuo donde no existe una armonía o convergencia entre el potencial de aprendizaje y el nivel de rendimiento del mismo.
La dislexia afecta a 5% de los niños, en edades entre siete y nueve años, en su mayoría varones. Se cree que existe algún factor genético.
¿Por qué es importante la detección temprana?
Las manifestaciones de dislexia son variadas, y estas dependen del grado de trastorno y de la edad del individuo. Ya que afecciones como estas podrían alterar funciones como la memoria, vocabulario, las áreas motrices y por supuesto el habla.
Cuando se trata de un niño en edad de preescolar es posible notar la deficiencia del lenguaje, la falta de madurez, su capacidad de percepción, y su motricidad.
Es importante el diagnóstico a tiempo, para poder ayudar al individuo o al niño en edad temprana, a desenvolverse y ayudarle a entender, de que no por ser disléxico significa que sea menos inteligente.
Esta afección es muy importante tratar psicológicamente, porque al estar rodeado de niños que siempre obtiene buenas notas, y que por más que el niño estudie no logra alcanzar esa nota en clases, genera una inseguridad, y baja autoestima, por eso a las maestras o maestros de hoy día, es necesario que al estar frente a niños con ciertas dificultades para el aprendizaje de la lecto-escritura, no recurrir a la cómoda y fácil explicación: “son disléxicos, este tema no es de mi competencia” y de esta forma desprenderse de esa responsabilidad.
¿Qué sucede en el cerebro?
Intentaremos entender qué ocurre en el cerebro de un niño con dislexia, como de seguro ya sabrás el cerebro esta dividido en dos partes, la derecha y la izquierda, ambas partes se comunican entre si.
Cada hemisferio tiene sus funciones. En palabras resumidas, la parte izquierda de tu cerebro se encarga del habla, mientras que la parte derecha es donde llega la información visual y espacial. Y cada hemisferio trabaja de forma diferente, por ejemplo la parte izquierda se encarga de los procesos del lenguaje y procesa la información por partes, un dato después de otro.
Mientras que en la sección derecha, donde llega la información visual y espacial, recibe los datos simultáneamente, en un pase de información no interrumpida, es constante.
Para traer un ejemplo claro del funcionamiento, los niños que quieren explicar todo y se traban, y lo que sucede es que sus ideas son consecutivas, lo que intenta explicar son datos que viajan rápido, pero el lado izquierdo donde ocurren estos procesos del habla, es un dato tras otro, y por ello se traban, y hasta saltan palabras.
Pero eso no es ningún problema en si, solo es cuestión, de enseñarle al niño a pensar un poco más lento, a pensar antes cada palabra con calma, y de seguro mejorara su habla.
Pero regresando a la dislexia, cuando un niño intenta leer, se combinan ambos hemisferios, ya que es una actividad que requiere tanto la parte visual como la del habla.
¿Cuál es la causa de la dislexia?
En niños disléxicos, ocurre un fallo en el hemisferio izquierdo, el encargado del procesos del habla, por consecuencia se ve afectada la velocidad de procesamiento de los datos, lo que produce una incapacidad en el niño de procesar cambios rápidos de estímulos, tanto en el área visual como la auditiva.
Pero la causa concreta de la dislexia aún no se tiene, sin embargo existen estudios actuales donde intentan entender a profundidad esa relación entre el lenguaje hablado y el escrito, es decir la relación pronunciación-escritura y la automatización durante la lectura. Incluso están hablando de varios tipos de dislexia, pero aún son teorías no comprobadas.
¿Cuales son los síntomas de la dislexia?
La dislexia es un trastorno específico del aprendizaje, por lo que los síntomas cambian a medida que el niño crece o evoluciona.
Desde la etapa preescolar es posible apreciar pequeños detalles que pueden hacernos sospechar que un niño es disléxico. Entre los 6 y los 11 años los síntomas son más evidentes o, al menos, más conocidos. A partir de los 12 años se hacen muy claras las alteraciones del aprendizaje.
Los síntomas que nombraremos a continuación son para que tenga información sobre las características de un niño con dislexia, pero no hace falta que un niño tenga que presentar todos los síntomas para tener dislexia así como tampoco el presentar un par de ellos signifique que sea disléxico.
En niños de edad preescolar se pueden observar características como:
- Un desarrollo lento del vocabulario.
- Retraso en el desarrollo del habla con dificultades para articular o pronunciar las palabras.
- Torpeza al correr y saltar.
- Dificultad para seguir instrucciones y aprender rutinas.
- Falta de atención y aumento de la actividad e impulsividad.
- Dificultad para abotonar y abrochar o subir un cremallera.
- Retraso para memorizar los números, el abecedario, los días de la semana, los colores y las formas.
- Falta de control y manejo del lápiz y de las tijeras.
- Ciertas conductas problemáticas en su entorno sociales.
En niños de edad escolar:
- La inversión de las letras es muy común en esta edad, asi como tambien de numeros y palabras.
- El confundir el orden de las letras dentro de las palabras.
- La dificultad para conectar letras y sonidos y en descifrar palabras aprendidas.
- El confundir la derecha e izquierda y el signo de escritura en espejo.
- La coordinación motora es pobre.
- El niño confunde con facilidad y es propenso a accidentes.
- No sostiene bien el lápiz.
- El trastorno en la coordinación motora fina le da mala letra y pobre caligrafía.
- No completa una serie de instrucciones verbales.
- Su comprensión lectora es pobre, es lento para recordar información.
- Tiene problemas acerca del tiempo y no logra saber hora, día, mes y año.
- No logra escribir pensamientos, ni organizarlos.
- Su gramática y ortografía son deficitarias.
- Muestra dificultad en el aprendizaje de conceptos numéricos básicos y no puede aplicarlos en cálculos o para resolver problemas.
A Partir de los 12 años en adelante:
- Es muy común el problema de concentración cuando lee o escribe.
- Fallas en la memoria inmediata.
- Problemas al recordar lo leído por su dificultad con la comprensión de la lectura.
- Dificultades con el lenguaje escrito o las destrezas matemáticas.
- Interpreta mal la información, por su falta de comprensión de conceptos abstractos y por los problemas con la lectura.
- Muestra dificultades en organizar el espacio, sus materiales de trabajo, y sus pensamientos al escribir o al hablar.
- No logra planificar su tiempo ni tiene estrategias para terminar a tiempo sus tareas.
- Trabaja con lentitud y no se adapta a ambientes nuevos.
- Presenta problemas con sus habilidades sociales y no logra hacer amigos ni entender las discusiones.
- Como consecuencia de todas estas características evita leer, escribir y se bloquea emocionalmente.
¿Cuál es el tratamiento?
Con respecto al tratamiento, como primer paso; se debe generar un aumento de la conciencia fonológica en el niño, para ello se utilizarán materiales y tecnicas orales, en este nivel aún no se debe exigir que empiece con la lectura sin embargo se le debe enseñar a crear rimas, derivar palabras, dividir palabras en sílabas, etc, ya al tener una edad entre los seis y nueve años de edad, se intentara mejorar la automatización de la mecánica lectora esto se logra haciendo que el niño practique la lectura en voz alta.
Ya a la edad de 10 años en adelante el objetivo será diferente, buscando fundamentalmente la enseñanza de estrategias de comprensión de textos con la búsqueda de palabras clave, subrayado, resumen, etc.
Pero el mejor tratamiento consta en tratar al niño con mucha paciencia y llenarlo de voluntad, y confianza.
Es importante concientizar a los padres, familiares, y profesores, informando de la condición de sus hijos, para que así el niño se pueda sentir entendido, y lo que es fundamental, cómodo y seguro con el entorno a las personas con las que él se desenvuelve. Y lograr así que el niño no sienta inferioridad con respecto a los demás.
Excelente articulo, muy instructivo.