Uno de los problemas más comunes entre la población que trabaja en oficinas, además del estrés, son los dolores de espalda. La falta de ejercicio junto con el hecho de permanecer sentado de manera incorrecta durante un largo periodo de tiempo puede hacer que tu espalda se vea dañada y que, por consiguiente, sufras de dolores. Para prevenirlo, te ayudamos a mejorar tu calidad de vida con los siguientes consejos.
¿Por qué aparecen los dolores de espalda?
Los huesos y músculos de la espalda son fundamentales para que nuestro cuerpo permanezca en equilibrio cuando nos encontramos de pie. En concreto, son los músculos los que ayudan con su fuerza a mantener el cuerpo en pie. Según todos los estudios, la mayoría de las personas que trabajan en oficinas practican una vida sedentaria.
Esto significa que los músculos de la espalda no se trabajan y van perdiendo fuerza, lo que hace que aparezcan contracturas y otras lesiones causadas por el sobreesfuerzo de unos músculos debilitados.
Pero la vida de oficina no solo afecta a nuestra espalda: también los ojos se ven dañados al estar más de 8 horas frente a una pantalla de ordenador sin mirar a la lejanía, y hasta es muy común que la gente sufra de lesiones en las articulaciones y los tendones de manos y brazos por estar tanto tiempo escribiendo en el ordenador.
Para mejorar los problemas de espalda, lo más lógico es que practiquemos ejercicios a diario para fortalecer los músculos. Pero también influyen mucho otros factores, como la postura que adoptamos o la utilización de una silla correcta.
Consejos para curar y prevenir los dolores de espalda:
Muévete con frecuencia: Si tienes que estar más de 6 horas delante del ordenador, intenta no mantenerte en una postura estática. Para ello, es aconsejable que al menos una vez cada hora te levantes de la silla y te des un pequeño paseo. Puedes aprovechar para tomarte un té o un café o para ir al baño, o simplemente para relajar tus piernas. Moverse con frecuencia es el primer paso para prevenir y curar las lesiones de espalda.
Haz estiramientos: Te preguntarás: ¿Cómo voy a ponerme a hacer estiramientos en la oficina? Sencillamente vete al baño o aprovecha la hora de comer para practicar unos estiramientos. No hace falta que estires como si estuvieras en el gimnasio, tan solo haz unos sencillos ejercicios para evitar las contracturas. Estira los brazos, las piernas y los músculos de la espalda.
Adopta una postura correcta: Si tienes una silla incómoda, utiliza un cojín en la zona de tus riñones para que esta parte permanezca tocando la silla y la espalda esté recta. Regula la altura de la silla para que los pies reposen completamente en el suelo y las rodillas tengan un ángulo de 90º.
Aplica calor: Si sufres de dolores, utiliza una manta eléctrica en la oficina en la zona afectada para relajar los músculos.
Haz ejercicio: En vez de ir o volver en transporte al trabajo, intenta andar. Los ejercicios moderados antes y después de las horas oficina te ayudarán a estirar y liberar la tensión de tus músculos.
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