¿Preparado para cocinar? Necesitarás algo de grasa para darle sabor y consistencia a tu comida y para evitar que los alimentos se te peguen a la sartén. Mientras algunas sustancias grasas responden muy mal al calor, perdiendo parte de sus cualidades y tendiendo a quemarse fácilmente, hay otras que no, y estas son las más adecuadas para cocinar. ¿Quieres saber qué aceites son los mejores para tu comidas? ¡Te lo contamos!
3 Aceites que deberías incluir en tu cocina
Aceite de oliva
Como ya sabrás, el aceite de oliva es el rey de la cocina, especialmente de la mediterránea. Y es que los mejores olivos para crear este tipo de aceite se encuentran en regiones como España, Italia o Grecia. Si vas a comprar aceite de oliva, gástate un poco más y compra el virgen extra. Dentro de los tipos de aceite de oliva, este es el que más sabor confiere a tus platos y el que más propiedades saludables tiene para tu organismo.
Entre estas propiedades que te mencionamos se encuentran los antioxidantes y las vitaminas. Además, el aceite de olvida virgen extra es muy rico en ácido oleico, una grasa monoinsaturada, que ayuda a crear colesterol bueno y le viene muy bien a tu sistema cardiovascular. De todas formas, aunque la grasa sea buena, no deja de ser grasa, por lo que su uso tiene que ser moderado. No obstante, el aceite de oliva es la mejor opción para darle sabor a tus comidas, ya sea frito o crudo. De hecho, si no lo cocinas, conseguirás más beneficios para tu organismo. Prueba a desayunar pan con un chorrito de aceite, leche y algo de fruta y verás cómo empiezas a sentirte mejor.
Aceite de colza
A pesar de la mala fama que tiene este aceite, sobre todo en España, el aceite de colza en la segunda mejor opción para consumir. Este tipo de aceite contiene algunas grasa malas, pero nada comparado con el porcentaje de grasas monoinsaturadas (buenas), que responden casi al 63% del total. Además, el 10% de sus grasas también contiene Omega 3, que como ya hemos comentado en otros posts, es muy recomendable para el sistema cardiovascular.
Aceite de coco
La mala fama del aceite de coco es parcialmente falsa. Si bien es verdad que es rico en grasas saturadas, es decir, las malas, también muchos estudios han demostrado que su uso ocasional puede ayudar a reducir el nivel de lípidos en la sangre. O sea, que si lo consumes poco a poco puede ayudar a eliminar ciertos tipos de grasa de tu cuerpo. Quizás lo mejor de este aceite sea que aguanta temperaturas muy altas, por lo que es óptimo para freír grandes cantidades de alimento sin riesgo a que éste se queme. Aún así, desde Nedik recomendamos que no utilices el aceite de coco a diario. En su lugar, opta por el de oliva que es mucho más sano.
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